Los Parques de Estudio y Reflexión son lugares de encuentro e irradiación de una nueva espiritualidad, que rechaza toda forma de violencia y discriminación, y que apela a la dimensión sagrada de la mente humana para encontrar libertad y sentido. Son espacios abiertos para profundizar en nosotros mismos y favorecer la reciprocidad en el trato a los demás. La Belleza de los paisajes, los elementos que lo componen, la fuerza acumulada por tanta gente, y el Propósito común de abrir las puertas hacia otros espacios, hacen que estos lugares sean excepcionales.

Aspiramos a que desde estos Parques surja una verdadera oleada de buenos sentimientos que ayuden a develar lo Sagrado en uno y fuera de uno.

El Portal
Los Portales marcan un límite, separan dos espacios; el de la externalidad del mundo y la interioridad del ser humano, buscando producir un cambio en el estado interno de todo aquel que entra a este lugar. Nuestros portales son de inspiración “Shintoista” y perpetúan esas tradiciones ancestrales.

La Sala
A partir del momento en que el ser humano empezó a caminar sobre este planeta, empezó a construir lugares en los que, ya sea solo o con otros, pudiera tomar contacto con una realidad superior. En la Sala lo más importante son las personas, su interior simboliza el acceso a la experiencia interna profunda a través de un espacio semiesférico vacío de íconos, símbolos o imágenes. Exteriormente, los muros hacen de enmarque de una esfera, que en su cúspide indica la dirección hacia lo alto.

El Monolito
En todos los tiempos y lugares se encuentran formas arquitectónicas similares a los Monolitos. En otras épocas se llamaban “axis-mundi” (eje del mundo) aquello que unía el cielo y la tierra. En todos los parques hay un Monolito que recrea este eje esencial. Está construido completamente en acero inoxidable para reflejar la época actual. Fija la coordenada del tiempo en que se fundó este lugar y permite la alineación del espacio.

La Fuente de Agua
En las leyendas sobre la creación y en los mitos de la cosmogónicos, el agua es la fuente de vida con sus virtudes infinitas: nutre, purifica, cuida, hace renacer. La Fuente en los parques mantiene esta tradición. Su forma representa alegóricamente la energía por la fusión de los principios femenino y masculino.

La Estela o Muro de Reconocimiento
En ella están grabados los nombres de quienes contribuyeron a la construcción del Parque, del mismo modo en que las antiguas estelas mesopotámicas, egipcias, sumerias o mayas, esculpidas en piedra, dejaban testimonio de los acontecimientos o hechos significativos que sucedieron al momento de ser construidas.